Desde adolescente me llamó la vocación de trabajar en grupo y en post de objetivos comunes, eso me hizo pertenecer a distintas asociaciones deportivas y culturales desde mas o menos los quince años.
Con diecisiete años y animados por el salesiano Sebastián Grimón Castellano, un grupo de jóvenes de esta edad y muchos mas pequeños, afrontamos la responsabilidad de crear y gestionar un club deportivo (ARS Club de Palma del Río).
En este Club estuve participando activamente, salvo un período de dos años aproximadamente que pasó entre el servicio militar y la nueva adaptación después de este, hasta el año 1984 en que decidí que ya era hora de dejar esta tarea e iniciar la búsqueda de nuevas inquietudes.
En el verano de 1985, ante la propuesta del entonces Concejal de Cultura, Ramón López, de crear un grupo que investigara y difundiera el patrimonio y la historia de nuestro pueblo, me incorporé a lo que después se llamó Centro Municipal de Estudios Locales, todo hay que decirlo con bastante voluntad y conocimiento nulo del tema por mi parte. En ello estuvimos hasta el año 1992 en que gran parte de los componentes del Centro Municipal de Estudios Locales y varias personas que no habían formado parte de él, creamos la Asociación Saxoferreo, que perdura hasta hoy día, si bien, yo la abandoné en a finales de 2006.
El hecho de haber dejado de participar activamente en Saxoferreo, no significó en ningún modo el abandono de mis inquietudes culturales, que a estas alturas y después de 21 años habían contribuido a un mas o menos conocimiento de lo que había sido nuestra historia, que cuando empecé era, como dije anteriormente, prácticamente nulo.
Estas inquietudes junto a una serie de circunstancias favorables, me llevaron a emprender, esta vez en solitario, una aventura o mas bien una utopía que consistía en editar algunos libros relacionados con asuntos palmeños.
El primero y el que dio lugar a este deseo fue el libro titulado Los Pagos de Huerta de Palma del Río en coedición con sus autores Gloria Pareja y Antonio Leiva. Un gran cariño por el temas de los Pagos de Huertas debido a mis vinculaciones familiares, y el hecho de que este trabajo en principio no se iba a publicar, hizo que los tres acometiéramos esta "locura" y en mí hizo nacer el deseo de crear una editorial (Coleopar Ceparia Ediciones) para seguir sacando a la luz distintas parcelas de nuestro Patrimonio Cultural.
En ello estamos hasta el día de hoy en el que como en botica ha habido de todo, satisfacciones, sinsabores, desilusiones y como no "crisis" que hoy es nuestro principal handicap.
Satisfacciones porque siempre he tenido claro que me acercaba tanto al mundo del deporte como al mundo de la cultura con la única idea de aportarle, tanto a uno como a otro, lo que modestamente pudiera sin esperar mucho o nada a cambio, por lo que creo que en mayor o menor medida se cumplieron los objetivos.
Sinsabores porque a pesar de haber conseguido algunos objetivos, otros muchos, que en algunos casos son irrecuperables, se quedaron por el camino.
Desilusiones, mas que nada en relaciones personales, porque a pesar de no perseguir otro objetivo que no fuera el antes expresado, ha habido momentos en los que las circunstancias han hecho que mas de una de estas relaciones personales sufrieran un deterioro no deseado, pero en fin, parece ser que estas son cosas inherentes al hecho de seguir viviendo, y desilusiones también, por que no decirlo, por algo que expresa muy bien un refrán que le he oido varias veces a mi buen amigo Román Gamero y que creo recordar que dice -hay quien mea en lana y suena y quien mea en lata y no suena-.
Bueno y de crisis.......... de crisis mejor ni hablar.
jueves, 1 de noviembre de 2012
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