lunes, 21 de junio de 2010

LOS GENIOS NO MUEREN NUNCA

El pasado viernes saltó a todos los medios de comunicación la noticia de la muerte a los ochenta y siete años de José Saramago.
Como ocurre con la desaparición física de cualquier famoso, todo el mundo se muestra triste y condolido, todo el mundo lanza sobre el desaparecido una cascada de alabanzas, independientemente de la relación que en vida tuvieran con él, aunque esta fuera muy mala, no importa, una vez desaparecido que mas da.
En este caso no iba a ser menos, todo el mundo se ha hecho eco y ha lamenado su desaparición, salvo los representantes de la iglesia católica, parece ser.
No creo que haya que mostrar tanta pena, José Saramago, como todo genio creador, no morirá nunca, simplemente podemos considerar que se ha retirado. Lo mismo que después después de casi cuatrocientos años siguen vivos Miguel de Cervantes y William Shakespeare y seguirán vivos eternamente, también después de muchos años seguirá vivo José Saramago, porque los genios ( en este caso genios literarios) nunca mueren, siguen vivos para siempre en esos paraisos llamados bibliotecas.

lunes, 14 de junio de 2010

ESCLAVAS DEL PODER

Con este título la escritora y periodista mejicana Lydia Cacho, ha publicado un libro-denuncia sobre pederastia y trata de blancas, tanto en su pais natal como en diversos paises asiáticos y africanos.
Este libro-denuncia editado por Destino narra como se comercia con menores, niñas en su mayor parte, aunque también puede ocurrir con niños. Las experiencias en él narradas han sido conocidas directamente por Lydia Cacho, que unas veces disfrazada de monja, otras de prostituta y otras como representante de ONGes se ha metido, aún a riesgo de su propia vida, en los orígenes de este horrible mundo dominado por unas mafias sin escrúpulos en connivencia muchas veces con la autoridades locales, que están dispuestas a todo con tal de satisfacer los deseos de sus clientes, normalmente ciudadanos del primer mundo, con mucho dinero y unos auténticos hijos de puta.
Un libro así que nunca tendría que escribirse, ni en novela, ha sido presentado por Lydia Cacho como un testimonio-denuncia para intentar remover nuestras conciencias, bastante adormecidas por cierto, para tratar de salvar de esta esclavitud a muchas niñas cuyas edades oscilan entre los cuatro y los doce años. Ojalá lo consiguiera.