El pasado viernes saltó a todos los medios de comunicación la noticia de la muerte a los ochenta y siete años de José Saramago.
Como ocurre con la desaparición física de cualquier famoso, todo el mundo se muestra triste y condolido, todo el mundo lanza sobre el desaparecido una cascada de alabanzas, independientemente de la relación que en vida tuvieran con él, aunque esta fuera muy mala, no importa, una vez desaparecido que mas da.
En este caso no iba a ser menos, todo el mundo se ha hecho eco y ha lamenado su desaparición, salvo los representantes de la iglesia católica, parece ser.
No creo que haya que mostrar tanta pena, José Saramago, como todo genio creador, no morirá nunca, simplemente podemos considerar que se ha retirado. Lo mismo que después después de casi cuatrocientos años siguen vivos Miguel de Cervantes y William Shakespeare y seguirán vivos eternamente, también después de muchos años seguirá vivo José Saramago, porque los genios ( en este caso genios literarios) nunca mueren, siguen vivos para siempre en esos paraisos llamados bibliotecas.
lunes, 21 de junio de 2010
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